viernes, 18 de julio de 2008

Día 5: Las muertes en DFW siempre son tragicómicas

Habiendo llegado prácticamente a la página 200 (de momento todo va según el plan pre-establecido), las tres muertes que hemos presenciado en 'La broma infinita' han sido tragicómicas sin excepción. Está la del hombre con un resfriado de caballo que murió atado y amordazado por unos cacos que entraron en su casa porque, con el resfriado, fue incapaz de respirar por la nariz y se ahogó después de una lenta agonía descrita con abundantes detalles. Está la del drogadicto al que le pararon una trampa, que en realidad no iba por él sino por su compañero, y en lugar de venderle droga normal y corriente le dieron una sustancia que le hizo morir entre espasmos de dolor y sangrando por los ojos hasta el punto que uno incluso se le salió y se le quedó colgando del nervio óptico. Es agradable que DFW sea tan gore. Y finalmente está la de la mujer con un corazón artificial que llevaba en un bolso. Pasó un caco travestido (el amigo del drogata muerto; es bueno ver que todo está conectado en esta novela) y le robó el bolso de un tirón. La mujer corrió detrás de él gritando "¡Deténganlo, me ha robado el corazón!" Y toda la gente se quedó sin hacer nada descojonándose, hasta que la mujer cayó desplomada al suelo. De esto aprendemos que para DFW no sólo la vida es absurda, sino que la muerte también lo puede ser. También se menciona de pasada la muerte de James Incandeza, que se suicidó metiendo la cabeza en un microondas y espero que más adelante se nos cuente esta muerte con todo detalle. Si hay alguién ahí fuera, que no me mire mal, que todos somos igual de morbosos.

2 comentarios:

Maravilloso Desgarro dijo...

Ajá ¿qué es un caco?
Haga el favor de ponerse en modo multiespañol pensando en lectores foráneos.
Sigue manteniendo te en este rango de extensión y seguiré por acá.
No es por nada, pero lo que revelas acá no son spoilers? A mie em da igual, te estoy leyendo a ti no a DFW, pero digo, por si te tropiezas con un fan enfurecido...

Núria dijo...

Un caco sería como una forma de decir delincuente, pero es una palabra cargada de ironía porque por aquí ya sólo lo usan las personas mayores.

La verdad es que soy consciente que uso muchas palabras y giros locales, pero es una manía que tengo.