martes, 15 de julio de 2008

Día 2: Puntos de libro y primeras dificultades

"-Esta noche y para callarte, Bubú, te diré que tengo que solucionar algunas disputas administrativas con Dios. Te diré que Dios parece tenerun estilo de dirección técnica que a mí no me gusta nada. Yo soy bastante anti-muerte. Y Dios da toda la impresión de ser bastante pro-muerte. No sé cómo nos vamos a poner de acuerdo al respecto él y yo, Bubú."

Para leer 'La broma infinita' se necesitan dos puntos de libro: uno para la novela en si y otro para las notas que se encuentran al final del libro. No soy persona de coleccionar puntos de libro pijos, pero sí que soy persona de amasar todos los puntos de libro publicitarios que pueda encontrar. Y es que sé apreciar un punto de libro publicitario con un buen diseño y les acabo otorgando valor sentimental si los he pillado en algún sitio especial, porque me acuerdo perfectamente de dónde los he pillado todos y cada uno de ellos. Sin embargo, acabo perdiendo muchos porque los dejo olvidados en medio de libros que ya he leído, y se van a quedar allí probablemente para siempre, si no es que decido releer el libro en cuestión.

En esta ocasión estoy utilizando un punto de libro de la Biblioteca de Banyoles y el típico punto publicitario de una editorial. Nunca he estado en la Biblioteca de Banyoles; el punto lo encontré olvidado en un libro de Balzac que me llevé de la Biblioteca de mi pueblo. Al final no terminé el libro de Balzac pero me dije que tenía que rescatar el punto. El punto de la editorial publicita una serie de nuevas versiones de los clásicos de terror de siempre (en este caso Drácula; tenía también uno de Frankenstein, pero debe estar olvidado dentro de algún otro libro) y, a parte de apreciar su diseño, también ha llegado a tener para mí cierto valor sentimental, porque lo pillé en una librería de La Bisbal cuando estuve allí.

Pero lo de utilizar dos puntos de libro no soluciona para nada el engorro que representa que las notas a pie de página no estén a pie de página sino al final del libro. Cada vez que tengo que leer una tengo que pasar las 1000 páginas que me separan de la nota en cuestión. Y 1000 páginas pesan lo suyo y si no que se lo pregunten a mi dedo índice que a veces lo tengo marcando la página donde se encuentran las notas y que por lo tanto está aplastado bajo el peso de 1000 páginas. Todo esto es para agilizar el trámite de llegar hasta las notas que pueden ser una chorrada o claves para entender la novela. Como consecuencia, las tentaciones de no leer las notas que se encuentran al final del libro son de lo más apremiantes. Pero de momento resisto.

Además de 'La broma infinita' hoy he leído otras cosas, básicamente fics de 'The Philadelphia Story', porque de todo tiene que haber en esta Viña del Señor que es Internet (gracias a Dios) y varios poemas de autores locales que salían en un pamfleto local, sólo porque puedo ser muy cruel y quería reírme de lo malos que son. Hoy ya he manchado mi exemplar de 'La broma infinita'. Con cereza. Y mi habitación aún está por ordenar.

5 comentarios:

Maravilloso Desgarro dijo...

Qué demonios es un punto de libro?
no entendi un rayo porque no entendí qué es un punto de libro...
damn

Núria dijo...

Un punto de libro es un trozo de cartulina que lo pones en medio de un libro para marcar por dónde pasas del libro. No sé si me explico. Yo siempre lo he llamado así.

Unknown dijo...

Ahhh!!! Un marcapágina!!!! si si, eso es un "punto de libro" un marcapágina
Yo los conozco con ese nombre
y hasta guardo algunos, hay unos muy lindos con impresiones preciosas y cintitas de colores. Por lo general trato de dejarle a cada libro su maracapágina.
Pero soy capaz de recordar en qué página me quedé, mientras esté leyendo el libro - no si lo dejo por allí tirado durante meses- porque antes de cerrar el libro me fijo en el número de la página.

Unknown dijo...

PD "marcapágina" quiero titular un blog sobre reseñas y crítica de libros.. pero no termino de animarme... porque a la final serían las mismas reseñas de goodreads

asubiram dijo...

Te entiendo totalmente, yo cuando voy camino al trabajo leo La broma infinita en el metro, y se me hace difícil eso de las notas después de las mil páginas, pero hay que intentarlo, a veces las dejo para leerlas por la noche.