sábado, 9 de agosto de 2008

Día 27: Sueños, espectros y microondas.

Una cosa que me encanta de 'La broma infinita' (una de las muchas cosas que me encantan) es que muchas veces no te cuenta directamente las cosas sino que te deja que las adivines. Por ejemplo, cuando los peques de la Academia están buscando en los túneles subterraneos de la Academia una rata feroz supuestamente originaria de la Gran Concavidad se encuentran con todas las cosas que ex-alumnos han abandonado allí, pero también encuentran un microondas sin puerta. Ninguno de los niños ni el narrador comentan nada, pero nosotros adivinamos que se trata del microondas con el que James Incandenza se suicidó.

Pero también hay revelaciones más significativas que ésta que no deja de ser una anécdota. Por ejemplo, a Don Gately mientras está postrado delirando en una cama de hospital, después del balazo que ha recibido en el hombro en una pelea épica con tres canadienses que querían cargarse a Lenz porque se había cargado a su perro, se le aparece un espectro de lo más peculiar. El espectro reune unos cuantos detalles espeluznantes, entre los que destacan el hecho de que es tan detallado que Don incluso ve que tiene pelos en la nariz y el hecho de que cuenta a Don sus problemas y sus frustraciones con palabras que Don no había oído nunca antes. Nunca se nos dice quién es este espectro, pero podemos adivinar que se trata del mismo James Incandenza. Yo no lo adiviné hasta que el espectro cuenta que antes de morir estuvo 90 días sobrio y luego los detalles que se habían dejado caer antes cobran sentido y tenemos que releer todo el pasaje para enterarnos que una de las mayores frustraciones de James Incandenza es que se convirtió en un figurante sin diálogos y que encima tuvo que ver como su hijo (deducimos que Hal) se convertía también en un figurante sin diálogos sin que nadie más se enterara del cambio.

Me encantan todas las pesadillas y alucionaciones y/o apariciones que tiene Don cuando está en la cama de hospital. David Foster Wallace capta perfectamente la angustia del mundo de los sueños, capta perfectamente la angustia que se esconde en los hechos más triviales, de un modo parecido al que hace David Lynch en sus películas. El sueño más espeluznante es en el que Don Gatelly sueña que está en la cocina de casa de una vecina que tuvo cuando era pequeñín (una vecina que era considerada como una loca por todos los otros vecinos y que acabó colgándose), pero en lugar de la vecina loca está Joelle que le cuenta la idea principal que hay en la película 'La broma infinita', de la que Don Gatelly no puede saber nada, la idea rara esa que a todos nos mata una mujer que en la próxima vida es nuestra madre. Raro de narices y seguro que aquí detrás hay un significado que aún no puedo adivinar, pero que espero adivinar antes de terminar el libro.

No hay comentarios: